Hundo el pie hasta el fondo,
¡Me detengo!, estaciono mí vida.
¡Suspiro!
Recostado sobre la alfombra que guarda nuestros sueños
Como al polvo, elevo mi mirada hacía los astros
Que juntos dibujamos en el firmamento.
¡Cierro mis ojos!, te busco;
Te busco cuando abro cada puerta,
Te busco en el parque, en el Mall y en el cine;
Te busco en cada luz que enciende esta fría ciudad.
¡Te busco y no estas!
Como quisiera encontrarte,
Tomar tus cálidas manos junto a las manos que juntos creamos,
Y escalar una montaña o nadar todos los ríos;
Ir a un café y tomarnos ese vino.
Lentamente y sin querer abro mis ojos
¡De nuevo abro mis ojos!
Aún esclavo de este mundo real,
Abajo, en lo profundo de mí ser me miro y pregunto:
¿En qué pensaba?
¡Sonrió, sueño y digo!
Llegarás, llegaremos, ven – seremos. (Ricardo Díaz)
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